
¡Hola!
Gracias por interesarte en nosotros, somos Gaby y Guido, en esta sección te contaremos como llegamos hasta acá y qué nos inspiró para poder crear Mihl estudio.
De la idea a la ejecución:
Me vine de Venezuela a Argentina hace 12 años par complementar mis estudios de diseño, en busca de poder estar en tendencia y desarrollar mis habilidades en la comunicación visual. Conocí a Guido en mis primeros años en el país, él estudiaba publicidad y con el tiempo coincidimos en querer hacer una agencia de marketing juntos.
En mis comienzos me dedicaba a hacer branding para pequeñas y medianas marcas, luego el mercado me fué llevando a la comunicación en redes sociales, ahí fué cuando me di cuenta que los contenidos necesitaban llegar a más personas. Mientras que por otro lado Guido ya estaba trabajando para grandes marcas en las mejores agencias donde trabajó con Adidas, Clight, Oreo, Milka y varías más de la empresa Mondelez donde pudo aprender metodologías de trabajo con grandes equipos y conoció personas relevantes del mundo de la publicidad.
Tiempo después, luego de muchas charlas e intercambios de opiniones, nos convencimos que ambos teníamos talentos sobresalientes y que teníamos que unir fuerzas. Mientras mis clientes necesitaban conseguir mayor visibilidad, Guido, siendo un alma libre, se veía tentado con la idea de emprender. Fué en ese momento, que decidimos crear Mihl Estudio.
Años más tarde, luego de vivir el orgullo de tener una agencia propia, de sentirnos acompañados por un gran equipo de profesionales, de haber tenido la posibilidad de trabajar con marcas de primer nivel, nos detuvimos a pensar y nos dimos cuenta que ese no era el sendero que nos llevaría a la felicidad.

Transitamos por subidas y bajadas emocionales, comenzamos una búsqueda espiritual y en medio de un despertar de consciencia, fue cuando tuve mi momento eureka y pude visualizar que solo había un error en la ecuación. No estaba relacionado con el trabajo en sí, sino en cómo lo estábamos desarrollando.
¡Hasta que nos dimos cuenta!
En ese período, seguíamos promociones, ofertas, presupuestos y métricas de manera analítica y cuantificable, brindábamos una estética impecable que hacia crecer a nuestros clientes de manera exponencial y rápida. Vivíamos en una vorágine donde exponíamos continuamente al público ante una necesidad que ellos realmente no tenían.
Cuando nos hicimos conscientes de este círculo vicioso, tomamos la decisión de cambiar el rumbo y hacer algo al respecto. Poder colaborar con la disminución de estos mensajes y enfocarlos en aportar valor a quien los recibe, es lo que nos motivó a hacer este cambio de paradigma y generar Mihl Estudio.
Hoy, optamos por ayudar a las marcas a crecer de manera consciente y aportar al colectivo no solo una comunicación positiva sino a crear una relación sana, real y sostenible entre ambos.